Los tornados son tormentas que pueden alcanzan una velocidad de hasta 500 km/hora. Se desplazan sobre los continentes entre los 200 y 500 de latitud en ambos hemisferios, formando una veloz corriente ascendente de aproximadamente 250 m de diámetro. Si se producen sobre las aguas marinas, se llaman trombas y representan un serio peligro para la navegación.
Los tornados se dan en toda la Tierra, pero son más frecuentes en algunas zonas centrales de Norteamérica en primavera. Hay muchas cosas sobre los tornados que siguen siendo objeto de estudio, como por ejemplo la predicción de su ocurrencia.
Entre los más recientes se destaca la serie de 59 tornados, que, uno tras otro, devastaron inmensas áreas de la planicie central de Estados Unidos, en mayo de 1999, quedando miles de personas sin viviendas. El tornado más fuerte alcanzó un diámetro de un kilómetro, y una velocidad superior a los 200 km/hora.